Leyendo sobre telas antiguas, encontré un artículo sobre el cotí o cotín, nunca supe bien como se llamaba.
Ese artículo me llevó a muchos años atrás cuando era chica y los colchones eran de lana, duraban para siempre y si mal no recuerdo el mío había sido de mi mamá cuando era chica.
La tela con que se cubrían era el cotí o cotín, una telas muy gruesa de algodón, generalmente rayadas.
Recuerdo que soñaba con que mi colchón tuviera un forro como los colchones de las revistas americanas , floreados, divertidos y no las rayas grises, azules o coloradas típicas de esas telas.No había o no eran usuales las telas que hoy vemos en los colchones.
Seguí recordando y en casa cada dos o tres años al llegar la primavera, se revisaban los colchones, y mamá decía "este año hay que cardar los colchones y cambiarles el cotí."
Llamaba al colchonero, fijaban un día y el señor venía con la "cardadora" que plantaba en el medio del patio.
Se sacaban los colchones y almohadas, se cerraban bien las puertas que daban al patio para que la tierra que salía de la lana no entrara a los ambientes y comenzaba el trabajo.
Primero descosía el cotí, se sentaba frente a la máquina y con una mano llevaba hacia atrás el brazo de la cardadora que tenía una especie de peine con dientes y con la otra mano sacaba del interior del colchón puñados de lana apelmazados que colocaba sobre la misma; de tal manera que al volver el brazo peinaba y desenredaba la lana que llevaba hacia atrás y caía al piso. La tierra o impurezas que hubiera habido caía dentro de un cajón.
Era hermoso ver como quedaba la lana, extendida y sin tierra. Creo que hacía dos ó tres veces estas pasadas y al terminar la pila de lana era 3 o 4 veces mas grande que al comenzar.
Era un placer tocarla blanca, suave y limpia.
Una vez que terminaba con un colchón hacía la funda con la tela nueva.
Del viejo cotín elegía los pedazos que estaban bien para hacer las fundas de las almohadas.
El tema era no tirar nada... sustentabilidad? economía? familia italiana? No sé, digamos costumbres, se aplicaba aquello de "nada se pierde todo se transforma."
Y así durante un tiempo dormíamos en colchones altos y mullidos, que al tiempo volvían a hacerse duros y comenzaba todo otra vez.
Me encantó acordarme de los colchones de lana, aunque creo que los avances de las técnicas han hecho que los de hoy sean mucho mas confortables.
Hasta la próxima.
Hasta la próxima.
Sí en mi casa había uno de esos y efectivamente paso de generación a generación al igual que los ácaros que tenía dentro.
ResponderEliminarCreo que para eso se hacían estas "limpiezas" aunque los alérgicos continuábamos sufriendo...Julia C.
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